Al llegar a casa esta noche, un buen amigo me había dejado un mensaje en el buzón: una historia de desencuentros en una estación de metro. Simplemente genial. No sólo por ver a Coque Malla y a Ariadna Gil con unos cuantos añitos menos y en plena estética setentera. Sino porque... ¿a quién no le ha pasado nunca algo similar a lo de esta pareja?
Sólo dura 7 minutos y vale la pena...
Gracias Burdon, por el vídeo.
4 de febrero de 2010
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3 comentarios:
jajajajaja, ¿pero fue así tu encuentro?
No, no, ¡qué va!
El mío fue mucho más efímero y rosita. Aunque.. claro, yo sólo sé lo que yo pensaba. El chico de ojos azulones enoooormes... a saber!
:D
En el metro uno se fija en cosas que no hace en otro sitio. Es curioso. Nos observamos fijamente. Una vez un chico con ojos de botón se fijó en que la chica que tenía delante tenía los ojos grises. Quizás quiso perderse en el gris de aquellos ojos. Ella hubiera querido perderse con él por el mapa del metro, saliendo de uno y metiéndose en otro, sin pensar en la parada, sólo por el hecho de alargar la noche, alargar la presencia del otro en el laberinto. Pero también se dijeron adiós. El metro ya lo tiene eso, uno tiene que decidir enseguida si entra o no en el vagón, las puertas se cierran deprisa. Un instante lo cambia todo. No hay vuelta atrás.
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